Cada cuarto era alquilado por una familia o por un grupo de hombres solos. El comedor y los baños suelen ser los mismos para todos los inquilinos. Acostumbraban presentar malas condiciones sanitarias, estaban construidos en galerías alrededor de uno o varios patios centrales y el techo era de vigas de madera afirmadas con piedras o ladrillos.
Los conventillos fueron el primer hogar de muchos inmigrantes recién llegados a Argentina. En él se mezclaba gente de todos los idiomas y nacionalidades. En cada habitación, que no poseían ventanas, vivía una familia. Los baños eran muy pocos, como las canillas para administrar el agua. Como el agua potable provenía de pozos y no había cloacas, era bastante común que los inquilinos se contagiaran diversas enfermedades.
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